¿Qué es el ego?

Qué es el ego?

Entender qué es el ego puede ser muy complejo porque las personalidades humanas son muy complejas y diferentes. Cuando no entendemos nuestra mente podemos pensar que somos alguien que no somos, y a menudo no sabemos por qué hacemos lo que hacemos. Cuando no somos conscientes de cómo funciona nuestra mente, el ego cubre inconscientemente nuestros miedos, inseguridades y trata de anteponer el yo a los demás.

 

El desarrollo histórico del concepto del ego en la teoría psicoanalítica fue construido por primera vez por Sigmund Freud. En su teoría describe que una parte de nuestra mente está en conflicto mental con la realidad. Dijo que sólo el 10% de nuestra mente es consciente y el resto es inconsciente. Su énfasis se centró en las estructuras de la mente que llamó el ID, el Superego y el Ego. Además, Carl Jung y otros han seguido corrigiendo y desarrollando otros marcos complementarios debido a las lagunas de la teoría del ego de Freud. En mi práctica de coaching, me gusta utilizar un enfoque integrador que utiliza diversos puntos de vista psicológicos y espirituales de Oriente y Occidente.

 

El porcentaje de nuestro comportamiento y pensamientos es inconsciente

 

El doctor Herbert Schlesinger, psicólogo clínico, dice que descubrir la parte inconsciente del ego es muy relevante si queremos entender nuestra mente, nuestro sufrimiento y nuestro comportamiento. Por ejemplo, en mi viaje, descubrí que la ignorancia psicológica era una gran parte de por qué no era consciente de mi ego. Solía percibirme a mí mismo como el ego. Cuando lo descubrí, me quedé en estado de shock porque no podía creer que me creyera todos los pensamientos que mi mente me hace surgir. Desde entonces he aprendido que todas mis ansiedades eran sólo el resultado de rechazar la imperfección que hay en mí. Tomar conciencia en este aspecto ha sido el mejor regalo que me he hecho a mí misma porque ahora tengo mucha más paz y felicidad.

 

Para descubrir lo que mi ego me hacía creer tuve que hacer un trabajo interior, leer libros, asistir a talleres, hacer diferentes pruebas de personalidad como el Eneagrama y seguir otras prácticas psicológicas y espirituales para llegar al núcleo de mí misma.

 

"En verdad os digo que nadie puede ver el reino de Dios si no nace de nuevo". Juan 3:3

 

Desvelar el ego es como un proceso de muerte y renacimiento que puede hacerte sentir incómodo, pero al final de este proceso, puedes aprender a dominar tu ego (falso yo) con amor y comprensión en lugar de vergüenza y miedo. Recuerdo que cuando empecé a ser testigo de mis conversaciones internas, me sorprendió la forma en que me hablaba a mí mismo.

 

Aunque ganar conciencia es bueno, no significa que nos volvamos perfectos en un día. Crecemos cada día, pero no necesitamos negar más nuestro ego ni identificarnos con él. Sanar esta mentalidad significa integrar la oscuridad y la luz; es un proceso paradójico porque estamos integrando partes opuestas. Por eso en este proceso; nos movemos hacia atrás y hacia adelante.

 

"La plenitud no se consigue cortando una parte del ser, sino integrando los contrarios". Carl Jung

 

En este proceso, reconocemos las necesidades y valores expresados por cada parte y aprendemos a pensar CON Dios. Pensar CON Dios significa que reconocemos que somos Uno con nuestro Ser Superior, reconocemos que somos parte del pensamiento de Dios. Cuando aprendemos a pensar de esta manera nuestra mente y nuestro cuerpo comienzan a sanar porque nuestra mente no puede atacar al cuerpo como solía hacerlo.

 

Todo lo que aceptamos en nuestra mente se vuelve real

 

Es la aceptación de nuestras creencias lo que hace que nuestros pensamientos sean reales. Nuestra mente tiene el poder de crear la realidad o las ilusiones. No ser conscientes de nuestro ego es autodestructivo porque nuestra mente puede tomar el control, y esto puede crear conflicto y tensión en nuestro interior.

 

El autodescubrimiento del ego puede ser un proceso doloroso porque descubrimos cómo nuestro ego estaba tomando decisiones basadas en "nuestros" pensamientos. La energía que solíamos gastar en buscar aprobación o en tratar de protegernos de lo que piensan los demás se libera. Nos quitamos las pesadas cargas y la energía se eleva porque terminamos con las experiencias y sentimientos del pasado que debían ser tratados.

 

Las cosas que nos bloqueaban, las tareas que se evitaban y los recuerdos ahora con el proceso de integración somos capaces de dejarlos ir, mientras que nuestra alma finalmente comienza a aprender cómo doblarse para el servicio de los demás. Como resultado de esta experiencia, nos volvemos genuinamente más amables con nosotros mismos y con los demás, y empezamos a aprender a cultivar y a sintonizar con nuestro Ser Superior. Finalmente nos sentimos mentalmente completos y con más energía.

 

Este es un proceso paradójico porque el hecho es que el ego (lo que nos hace sufrir) nos ayuda a explorar nuestra mente para que podamos buscar la integración y convertirnos en una persona completa. Trabajar con el ego puede llevar algo de esfuerzo y tiempo, si sientes que aún te cuesta identificar tu ego puedes contactar con un profesional en la materia.

Previous
Previous

!hola!

Next
Next

¿Qué es amarse a si mismo?