La mentalidad de los líderes transformacionales

¿Qué es una mentalidad?

 

Una mentalidad es la forma en que solemos pensar, interpretar y responder a diversas situaciones. En pocas palabras, nuestra mentalidad es el conjunto de nuestros pensamientos. ¿Y sabes cómo se forman nuestros pensamientos? por la colección de nuestras creencias, y nuestras creencias son las que dan forma a nuestro comportamiento. Las creencias (conscientes e inconscientes) determinan lo que ocurre en nuestra vida, cómo nos percibimos a nosotros mismos y cómo percibimos a los demás.

 

¿Qué es la transformación de la mentalidad?

 

La transformación es como una metamorfosis, un proceso que ocurre cuando todos aumentamos la conciencia de nosotros mismos y hacemos cambios en nuestras creencias y estructuras de pensamiento.

 

¿Quién es un líder?

 

Es una persona que lidera, que dirige. Me gusta pensar en un líder como el director que dirige una orquesta. Por ejemplo, un líder puede ser un mentor, un director general, un gerente, un director espiritual, un político o un padre. Básicamente, cualquier persona con cierta autoridad que tenga un impacto positivo en las personas que le rodean.

 

Pero, ¿quién puede liderar de esta manera?

 

En mi vida he conocido a algunos líderes que han sido capaces de liderar de esta manera. He admirado su coherencia, su respeto por los demás y su sabiduría. Estos líderes tenían algunas cosas en común: carácter, autenticidad, integridad y valor. Pero, ¿cómo pueden los líderes tener todas estas características?

 

Desde mi experiencia personal puedo decir que estos rasgos se pueden adquirir siguiendo un modelo de conducta. Seguir a alguien que tiene una moral y una ética elevadas puede ayudarnos a tomar decisiones basadas en los valores personales y no en el beneficio personal. Soy una mujer cristiana y para mí Jesús fue el perfecto modelo de liderazgo a seguir. Cuando estudiaba para convertirme en coach, me sorprendió la cantidad de profesionales de mi área que no podían escapar a la verdad realista de la gran comprensión de Jesús sobre la psicología humana. Toda la investigación que he realizado sobre la psicología positiva y la neurociencia moderna me llevó a aclarar mi pensamiento y a redescubrir el tesoro de las enseñanzas de Jesús.

 

Algunas personas piensan que seguir a Jesús es poco práctico e idealista. Sin embargo, no hay nada más realista que sus enseñanzas sobre cómo soportar la grandeza. Henry C. Link fue un destacado psicólogo que estuvo alejado de la iglesia durante veinticinco años, que más tarde volvió a ella porque en su práctica se dio cuenta de que no podía escapar a la verdad realista de las ideas de Jesús sobre la vida interior del hombre.

El estilo de liderazgo de Jesús no sólo nos enseña a ser grandes servidores, visionarios, constructores de equipos y motivadores. Sino que también nos enseña cómo perdonar y pasar por alto las ofensas. Su forma de liderar es un liderazgo basado en el amor y centrado en el servicio a los demás en lugar del servicio a uno mismo.

 

He elegido seguir el estilo de liderazgo de Jesús porque Él me enseñó a través de sus palabras cómo transformar mi corazón. He aprendido que no puedo liderar como Jesús sin tenerlo a Él. Jesús enfatiza la libertad de los seguidores para tomar sus propias decisiones. El suyo no es un liderazgo manipulador y egocéntrico que busca satisfacer sus propias necesidades. Su liderazgo surge del amor. Sin embargo, no es un amor condescendiente. Por ejemplo, Jesús reprendió a Pedro de manera amable y firme, y lo hizo porque lo amaba.

 

La razón por la que he sacado a relucir mis puntos de vista espirituales en este blog es porque no puedo ignorar la parte más importante del liderazgo.

 

Los líderes sin valores no son nada

 

Lamentablemente, muchas personas del sector de desarrollo personal nos enseñan que las únicas soluciones a nuestros problemas de crecimiento son el autoconocimiento y la mejora del rendimiento. Aunque esto forma parte de nuestro crecimiento, sólo se convierte en una ilusión porque los seres humanos necesitamos a alguien de quien aprender o a quien mirar como referencia. Yo no estaría aquí si no fuera por la gracia de Jesús. Su ejemplo de liderazgo me ayudó a ser más humilde y me dio las motivaciones adecuadas para ayudar a los demás a alcanzar su máximo potencial.

 

Muchos líderes ignoran esta verdad porque piensan que Jesús es demasiado blando y el resultado de este pensamiento suele ser tener equipos de bajo rendimiento.

 

Sin embargo, a medida que fui madurando en la palabra de Dios, se me hizo importante separar la verdad de la que habló el propio Jesús de las tradiciones hechas por el hombre

 

Tendemos a pensar que las personas con integridad son perfectas, pero nadie lo es. A veces nuestros egos se interponen en el camino. Sin embargo, si guardamos las enseñanzas de Jesús en nuestro corazón, pueden ayudarnos a aprender a ser humildes, asertivos, pacientes y valientes. Todo esto es lo que hace que los grandes líderes superen los retos, sean más persuasivos, construyan mejores equipos y sean recordados incluso después de su muerte.

¿Quién es tu modelo a seguir? Sea quien sea el que elijas, determinará la calidad de tu trabajo como líder.

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